Dienstag, 17. April 2012

MENTE EN BLANCO CUANDO MEDITAMOS?

Cuando una persona que no ha meditado nunca, escucha las innumerables ventajas y tesoros de la meditación, se entusiasma sin duda; sin embargo, cuando en ese entusiasmo, las personas buscan el tema por internet o algún libro que intente describir que es la meditación, y como se hace, se encuentra textos complicados y explicaciones interminables, que terminan por desencantar al más simple de los mortales, y sólo aquellos con un interés más porfiado, son los que segirán leyendo éstos nutrientes, pero tormentosos pergaminos.


Vamos a ver.
Quien busca la meditació
n, tiene una necesidad de explorar algo de las maravillas que la mayoría dice y pregona que proporciona ésta, pero precisamente quien llega a éste punto, es por que siente que tiene la necesidad de una técnica, ya sea de relajación o armonización, que le proporcione paz.


Pero si ya cuando empezamos, lo primero que nos encontramos es una serie de extensas líneas que generalmente y entre otras cosas, hablan de p
oner la mente en blanco, entonces, el novato, cuando se entrega a buscar el lugar adecuado, el momento adecuado, la posición adecuada, la música adecuada, el cojín adecuado, el incienso adecuado, etc, etc., está ya, tan preocupado en tener ésto como se debe, que lo que menos tiene es la mente en blanco.


Ya con todo ésto en marcha y puestos en el camino, con posiciones correctas y todo, entramos en una lucha interior, en conseguir de alguna manera, ser un meditador perfecto.

Y al cerrar los ojos en los primeros momentos nos empieza a pasar de todo por nuestra mente, desde lo más apremiante en la oficina que está pendiente, hasta lo mas trivial, como el sonido del vecino, que ha puesto justo, música samba, no nos deja concentrar, empezándo por enfadarnos.



Creo que la meditación debe ser algo más sencillo y natural.

Simplemente y más allá de todo, hay que dejar que los pensamientos vengan a nosotros y en el momento que intetemos meditar, sin desesperarnos, por el contrario, observar lo que nos viene a la mente.

En muchos textos se ha dicho que la meta de la meditación es conectarnos con nuestro Ser Divino Interior de una manera íntima, entonces, primero dejémosle que las capas antes de llegar a El hablen. " Pues no se puede abrir la puerta de adentro, sin antes abrir las de afuera."




Escuchar lo que nos dice la mente, puede ser
algo excepcional, incluso llega a darnos risa o dejarnos totalmente sorprendidos.
Puede incluso que la mente empiece con una verborrea interminable, sugiero que no se le amague y se le deje hablar todo lo que necesite.


Sucede como en las reuniones, donde hay ge
nte que necesita contarlo todo, hasta que llegue un momento en que no tenga que decir, y entonces la siguiente puerta meditativa se podrá abrir sin duda, que es donde se está un poco más en calma.

El cuerpo empieza a sentir cosas como hormigueo o a ver luces interiores con los ojos cerrados, etc., todo es muy diferente y variado con cada persona.

Así pues, los eslabones de la meditación suelen ser parecidos o no, a las experiencias de otros que han escrito un libro o que han prácticado ciertas técnicas meditativas.

No hay que rendirse queriendo ser " El Perfecto Yogui."


Es entendible que, al igual que otras técnica
s meditativas como el Tai Chi, Yoga, Kriya Yoga, Tantra-Yoga, Jin Shin Jyutsu, etc., la meditación, tiene una serie de disposiciones o métodos para realizarla, sin embargo, lo importante es entregarse primero a escuchar lo que el cuerpo y la mente nos tienen que decir, para después con calma, entrar en las técnicas que cada meditación puede ofrecer.



Las ganas y la constancia deben ser impresindibles.

Muchas veces sabemos que la meditación nos puede beneficiar, lo intentamos algunas veces o una vez, y luego lo dejamos, poniéndonos pretextos y boicoteando nuestro crecimiento.

De hecho justo por que no tenemos diciplina queremos entrar en ella, pero nos costará definitivamente moldear nuestra voluntad primero.

Aconsejo motivar la voluntad, empezando a prácticar la meditación al principio en lapsos cortos.

También ayudándonos de un ambiente que nos relaje, por que lo que le armoniza a alguno a otro no. Hay gente que no soporta ciertos olores, hay gente que medita en la cocina, en fin, que cada quién debe escoger el lugar y el momento.

Las flores de Bach son un gran coadyuvante de la meditación también, por ejemplo Hornbeam nos ayuda a aumentar la virtud de ser constantes y no dejar pospuesta nuestra cita con nuestro interior.

Al final el que logre meditar aunque sea por poco tiempo, logrará poco a poco una expansión y le tomará gracia y gusto al realizarlo, así por propia necesidad aumentará sin duda el tiempo, sin ningún tipo de estrés.

" Que tu voluntad sea tu fuerza y que tu fuerza venga del corazón".





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